[Tony Gordon]

Hice otro relato, xD


El sol radiante impactaba contra mis ojos, dejándome ciego por unos segundos. La temperatura redondeaba en los 39 grados centígrados. Sudé como nunca, mi frente estaba totalmente empapada. Justo ese día teníamos que llevar leña de un lugar a otro, más o menos eran unos 500 metros, caminando sin parar. Éramos 3 (mi amigo, su padre y yo) y los troncos pesaban 15 kilos en total.

Decidimos buscar leña para hacer un fogón, ya que fuimos acampar a un campo bastante deshabitado y despejado. Fue algo increíble todos nos ensuciamos, una experiencia única.

Todo comenzó el día martes por la mañana. Tomamos el primer colectivo que salía de Santa Fe hacia Victoria, una ciudad de Entre Ríos que quedaba a pocos kilómetros.  Al llegar nos esperaba otra familia, amiga de nosotros.

Los chicos, Lucas, Ana, Florencia, Pablo y yo, dormíamos en una carpa grande. Separados a los adultos. Decidimos acomodarnos así por una cuestión de que a la noche contábamos historias de terror. Lucas siempre contaba historias, de monstruos y esas cosas, que no daban nada de miedo. Pablo, en cambio, contaba historia muy cerca de la realidad, que hacían que Lucas tomará la manos de Ana y Florencia, cosa que yo me sentía incómodo de que Flor le de la mano.

Al llegar la noche, tipo 9 de la noche, el papá de Pablo hizo un asado, con la leña recaudada antes. Cuando terminamos de comer fuimos a nuestra carpa y nos tapamos. Prendiendo una linterna y alumbrándonos, contamos unas historias. La de Lucas no me dio miedo, ni un poquito, se trataba de que Batman atacó a un fantasma (algo muy irreal). Pablito no quiso contar su historia, creo que fue lo mejor para mí. Bueno, en fin, era mi turno. Conté una historia no tanto aterradora, pero bueno. Fue algo así:

“Cuentan una historia que en Lomas de Zamora ocurrió un hecho muy trágico. Fue una noche muy oscura, fría, en un lugar aterrador, donde el olor a rata inundaba las calles.

En una esquina había una adolescente, su moda era bastante rara, pelo negro, pantalones negros, sus ojos pintados con negro, en resumen, todo de negro. Nadie sabía lo que estaba haciendo y ninguno se le acercó a preguntarle algo.

Un auto negro frena en frente de ella, lujoso con vidrios poralizados y de 5 puertas. De las puertas delanteras bajan dos sujetos, muy bien vestidos y calvos. La puerta trasera que daba en frente de la chica, su ventanilla se baja, lentamente, sacando de allí una escopeta. Los dos calvos atan a la mujer, metiéndola dentro del auto. Se adelantan unas cuadras, llegando a un parque feo y destrozado. Se bajan los calvos, sacando del auto a la chica, y la cuelgan de un árbol. Ella allí muere, ahorcada.

Nadie sabe que paso con este caso y si los homicidas están detenidos, solo se sabe que los asesinos se hacen llamar por “Oro Azul”. Donde la adolescente llevaba un tatuaje, hecho por estos sujetos, en su panza que decía esa frase.”

Yo para dar miedo dije que los que escuchaban la historia los mataban, ahí fue el instante donde todos se asustaron. Arrancó todo, desde ahí.

Ruidos de árboles que se movían, se podían oír desde la carpa. Se escuchó que un auto frenó a poca distancia de nosotros. Yo saqué la cabeza por la carpa y no encontré a nadie.

Intentamos dormir, pero el auto volvió a arrancar y la carpa salió volando. Vi nuestros padres muertos, con una bolsa en la cabeza cada uno y de ella se veía sangre. Estaban los dos calvos como me imagine y el hombre que salió de la otra ventanilla, disparando a Lucas (en la cabeza). Le grité a Pablo, el reaccionó y corrimos, escapándonos. Ana fue atrapada por los calvos y Flor salió corriendo por otro lado.

Corrimos sin parar, sin ver hacia atrás, sin pensar. Pablo se tropezó con una rama en el suelo y lo tuve que alzar. Mi cuerpo temblaba, mi cara era más que pálida. El ruido de las ruedas friccionando contra el piso se podía oír.

Empecé a cansarme, mis piernas no daban más. Seguí unos metros más y encontré un señor en un carro de caballo por la ruta. Le dije si nos podía acercar y nos llevó al hospital.

Cuando llegamos ahí los dos quedamos internados. Yo por una herida en el estomago, parece que cuando la carpa salió volando una estaca me clavó apenas, pero ya no estaba y Pablo por la fractura.

Me levante después de 19 días, Pablo ya no estaba. Lo peor fue que desperté en una sala donde nunca estuve, una sala del hospital. Al levantarme intente hablar con alguien para que me dé información, pero todo en vano.

Fui a mi casa, me fije si había alguien y tampoco. Llamé a Pablo, me atendió, pero yo le hablaba y el no me escuchaba. Camine hasta la casa de Pablo, abrí la puerta, Pablo se acercó y no me dio bola, como si no existiera.

Escuché que Pablo hablaba con su abuela de que iban a ir al cementerio. Fui con ellos, escondido para que no se den cuenta. Al bajar vi la lápida que fueron a dejarle flores y decía “Tomás López”. Quedé impresionado, congelado, mis pies empezaron a levitar, ese era mi nombre.

[Kendrick Clevenger]

¿Al pedo? Jajaja, esta bueno che

[Tony Gordon]

¿Al pedo? Jajaja, esta bueno che

Aburrimiento

[Kendrick Clevenger]

¿Al pedo? Jajaja, esta bueno che

Aburrimiento

Me imaginé